Abajo el pueblo soberano, arriba el dictador religioso

Últimamente si alguien ve las noticias o lee cualquier periódico estará al tanto de que Irán es noticia otra vez. Otra vez como en los años de la revuelta islámica jomeinita, vuelven los disturbios y vuelve el mas que probable pucherazo electoral para seguir manteniendo el país bajo la mano de hierro del clero musulmán, bajo la bota del inmovilismo cultural, social, religioso y como no, político. Otra vez, empiezan a acallar a la gente de manera violenta, porque el fanático es así, porque el clero musulmán igual que cualquier clérigo es solo una persona misógina y como tal ambiciosa de poder. Un poder que un “infiel” quería arrebatarles, ¿su atrocidad? Querer cambiar su país, querer meterlo en el siglo XXI, que las mujeres de su pais tengan libertades, que el clero se dedique a predicar, no a gobernar desde la sombra y desde el poder real en ocasiones. Donde esta la dignidad de Ahmadineyad, donde esta ese tan cacareado amor por su pueblo, a fin de cuentas solo ha demostrado ser un Perogrullo un cateto con poder y como tal solo ha sabido confiar en los que lo ven como la marioneta que es.

El pueblo se ha manifestado, ha hablado, ¿respuesta del gobierno? Represión absoluta, absurda, y como siempre amenazando, matando al pueblo al que presumen tanto de defender y de representar. La comunidad internacional esta atenta, pero esto también es culpa suya auparon a estos para poder seguir viviendo del petrodollar, la prensa no cooperativa silenciada y como en el pasado, ahora el poder religioso que es el verdadero poder ha decidido que todos son espías que todos quieren acabar con ellos, han detenido a cinco personas con el cargo de supuestos espías. Y después pasara lo de siempre, como toda dictadura que se establece acabaran con el opositor, con la cultura y con los estudiantes que son el futuro que son precisamente lo que los religiosos musulmanes y su marioneta Ahmadineyad temen, odian y destruirán para evitar cambios no deseados que los deje sin el poder... bastardos.