Cronica de una muerte anunciada
Es curioso como se suceden los hechos de una muerte anunciada, me refiero a la del romanticismo musical, explicaré que quiero decir con esto. Hace unos años concretamente a finales de los 90’ tuvimos algunos de los mas viejos en internet un programa joven y revolucionario: el Naspter. Dicho programa estaba diseñado para compartir música como se comparten cromos en un formato informático novedoso para la época, el MP3. El problema vino cuando quisieron las discográficas controlar el flujo de música por la red para ganar beneficios aun mas pingües si es que eso ya era posible. El caso es que la batalla no consistía en evitar la piratería como a todos nos han hecho creer esta gente o algunos aun mas trileros en este tema como Teddy Bautista llegan hasta el punto de vaticinar el fin de la música con las descargas ilegales.
Pero hete aquí, que de pronto lo que hace caerse el negocio de la música como la conocemos, es decir el romanticismo musical, no se lo carga ni las descargas ilegales por internet ni los intercambios de música ni el famoso formato MP3, sino el control de ese sistema hasta convertirlo en algo comercial,¿consecuencia?: Es mas barato un informático, un ordenador y una linea adsl controlando ese flujo de descargas digitales; que por contra la compra de cd’s vírgenes, una empresa que maquete y grabe esa música hasta convertirla en millones de copias y un departamento de publicidad mas una empresa dedicada a la impresión de portadas de esos discos de formato físico. La nueva gestion es mas barata y mucho mas lucrativa, ya que antes el precio de un disco rondaba los 20€ un precio ya de por si caro, pero es que ahora sumando canons y demás puedes pagar mas de 30€ por el mismo disco y si lo quieres en un cd virgen ese trabajo es para tí... .Pues si, obviamente tienen que ocurrir desastres como el del cierre del Virgin Megastore de Union Square de New York. Lugar mítico con solera donde se han vendido y promocionado los sellos musicales y los discos mas afamados de la historia. Para los románticos musicales como yo solo nos queda llorar ante esta perdida, descanse en paz.
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